Mañana

Teniendo presente...vuestra obra de fe. --- Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. --- Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. --- La fe que obra por el amor. --- El que siembra para su propia carne, de la carne cosechará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. --- Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. --- Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. --- Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe aumenta sobremanera, y el amor de cada uno de todos vosotros hacia los demás abunda. --- Por esto también oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os considere dignos del llamamiento y cumpla toda buena voluntad de su bondad y la obra de fe en poder. Porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, según su buena voluntad.

 

 

1 Tesalonicenses 1,3 --- Juan 6,29 --- Santiago 2,17 --- Gálatas 5,6 --- Gálatas 6,8 --- Efesios 2,10 --- Tito 2,14 --- 2 Tesalonicenses 1,3 --- 2 Tesalonicenses 1,11 --- Filipenses 2,13

noche

¿Dónde está la promesa de su venida? - Y de éstos también profetizó Enoc, el séptimo desde Adán, diciendo: "He aquí, el Señor ha venido entre sus santos millares, para ejecutar juicio contra todos... - He aqui, viene con las nubes, y todo ojo le verá, también los que le traspasaron, y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él. - Porque el Señor mismo con grito de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero; despues nosotros, los vivientes, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes al encuentro del Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. - Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

 

 

2 Pedro 3,4 - Judas 14-15 - Apocalipsis 1,7 - 1 Tesalonicenses 4,16-17 - Títo 2,11-13