MAñANA

Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.  - Porque el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha sido dado. - Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud, otra vez para temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción, en el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. - El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo. - En esto fué manifestado el amor de Dios hacia nosotros, en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por medio de Él. - En quien tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de pecados, según las riquezas de su gracia. - Para mostrar en las edades venideras las sobreabundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. - Amados, si Dios así nos ha amado, también nosotros debemos amarnos unos a otros.

 

 

1 Juan 4,7 - Romanos 5,5 - Romanos 8,15-16 - 1 Juan 5,10 - 1 Juan 4,9 - Efesios 1,7 - Efesios 2,7 - 1 Juan 4,11

NOCHE

El escarnio ha quebrantado mi corazón. - ¿No es éste el hijo del carpintero? - ¿De Nazaret puede salir algo bueno? - ¿No decimos bien nosotros, que tú eres un samaritano, y que tienes un demonio? - El echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios. - Nosotros sabemos que este hombre es un pecador. - Engaña a la muchedumbre. - Este blasfema. - He aquí, un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. - Le basta al discípulo ser como su Maestro, y al siervo ser como su Señor. - Porque esto es agradable, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. - Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por vosotros, dejándoos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; El cual no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca, quien, cuando fué ultrajado, no volvió a ultrajar; cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga justamente. - Si sois vituperados por el nombre de Cristo, bienaventurados sois!

 

 

Salmos 69,21 --- Mateo 13,55 --- Juan 1,46 --- Juan 8,48 --- Mateo 9,34 --- Juan 9,24 --- Juan 7,12 --- Mateo 9,3 --- Mateo 11,19 --- Mateo 10,25 --- 1 Pedro 2,19 --- 1 Pedro 2,21-23 --- 1 Pedro 4,14