MAñANA

De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. - El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. - Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. - Queriendo el Espíritu Santo dar a entender esto: que el camino al Lugar Santísimo aún no había sido revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie. - Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. - Nadie viene al Padre, sino por mí. - Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios. - Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, su carne. - Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

 

 

Juan 10,7 - Mateo 27,51 - 1 Pedro 3,18 - Hebreos 9,8 - Juan 10,9 - Juan 14,6 - Efesios 2,18-19 - Hebreos 10,19-20 - Romanos 5,1-2

NOCHE

...es en mi corazón como fuego ardiente; encerrado en mis huesos; y me canso de contenerlo y no puedo. - ¡Ay de mí si no anunciare el Evangelio! - ¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Que predicando el evangelio, hago gratuito el evangelio, sin usar de mi derecho en el evangelio. - Y habiéndolos llamado, que no hablasen absolutamente ni enseñasen en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan respondieron y les dijeron:...nos es imposible dejar de hablar lo que hemos visto y oido. - El amor de Cristo nos apremia. - Tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra;... ¡Siervo malo y perezoso!... Por tanto, debías haber dado mi dinero a los cambistas, y al venir yo, hubiera recibido lo mío con intereses. - Ve a tu casa, a los tuyos, y anúnciales, cuánto el Señor ha hecho contigo, y cómo se ha compadecido de ti.

 

 

Jeremías 20,9 - 1 Corintios 9,16 - 1 Corintios 9,18 - Hechos 4,18-20 - 2 Corintios 5,14 - Mateo 25,25-27 - Marcos 5,19